Cosas y casos de familia...

Hoy es el cumpleaños de mi mamá y, como cada año, lamento profundamente no estar con ella. Pero hoy pasó algo que se venía venir desde hace tiempo... ¡estalló la bomba!
Yo no soy quien para juzgar a nadie, conozco a cada una de las personas involucradas... Mi cuñada a quien conozco desde sus tiernos 15 años y a mí mamá con todos sus errores y contradicciones...
Hoy mi hermano esta entre la espada y la pared: Por un lado la mujer que le dió la vida y por otro, la mujer que eligió para compañera... Estoy muy mal, estoy muy tocada, muy triste porque -como siempre- tuve que enterarme por teléfono.
Estoy enojada, muy enojada pero -tristemente- no con mi hermano porque lo entiendo, pero si tengo que tomar algún partido... lo tomaré por mi mamá. Sé que existen dos versiones y solo esas dos mujeres saben lo que realmente pasó.
En un ataque de rabia le escribí un mail a mi hermano, tratando de ser lo más mesurada posible, él lo respondió y tengo la dolorosísima sensación que no volveremos a hablarnos por algún tiempo.
Es terrible estar lejos cuando estan cosas pasan, porque como bien me dijo mi hermano "yo me fuí" como si haberme ido me alejara de todo dolor y sentimiento, como si al haberme ido cortara para siempre los lazos que nos unen.
Yo sé que estas cosas pasan en todas las familias ¿por qué no iba a pasar en la mía? Pero me duele, juro que nunca pensé tener que pelearme con mi hermano... y me duele en el alma y sé que a él le duele en el alma.
Sé que hice mal al dejarme llevar por el enojo y no preguntar primero ¿qué pasó? pero fué el instinto de defender lo que creo mío y no permitir que nada ni nadie lo lastime... Estando lejos sólo puedo imaginarme las cosas y creer en lo que me dicen.
Ay cómo duele, dios! cómo duele, nunca pensé discutir con mi hermano y alejarnos de esta manera. Ahora me arrepiento de haber tomado partido, mi hermano fué siempre mi confidente y mi gran amigo...
Esto quizá se llame crecer, esto quizá nos obligue a madurar ¡cómo quisiera estar en casa ahora mismo! porque además, los mails y llamadas en estos casos, siempre dejan vacíos en los que suele habitar la duda...
"Mi esposo", "tus esposa", "mis padres", "tus padres"... el complicado juego de ser adultos...
Lu*
*Al terminar de escribir esta nota le escribí a mi hermano: "perdóname, no me vuelvo a meter"... No puedo pelearme con él, no puedo ¡de verdad no puedo!
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